Las últimas dos semanas, los peruanos hemos vivido situaciones límites respecto a nuestra democracia y nuestra interpretación individual respecto de ella.
Los periodistas y medios de comunicación hemos estado en primera línea de los acontecimientos transmitiendo y opinando sobre los mismos, labor que no siempre satisfizo a los ciudadanos, urgidos de conocer la totalidad de los hechos.
Ni censura ni autocensura, es una opción para los periodistas. En situaciones críticas tampoco lo son los excesos verbales amparados bajo la libertad de expresión y mucho menos la respuesta individual o colectiva nacidas como reacción a ellas. Escuchar y respetar la opinión ajena es fundamental en escenarios de crisis. Cuando se rompe el diálogo democrático, todos perdemos.
Desde el principio de la crisis, el Colegio de Periodistas de Lima advirtió sobre el peligro del sesgo informativo de los grandes medios, el cual tuvo como contrapeso un desborde informativo en redes sociales, creando una versión moderna del viejo enfrentamiento entre David y Goliat, lo cual obligó finalmente abrir la pantalla televisiva a la noticia que la mayoría de los ciudadanos llevaba en su teléfono móvil. El equilibrio y mesura en estos momentos, fue dejado de lado.
También denunciamos las agresiones sufridas por los hombres de prensa que cubrían las incidencias, los cuales dejaron un saldo de 29 periodistas heridos, de los cuales tres recibieron impacto de perdigón, lo cual es una prueba más del exagerado uso de la fuerza con la cual se buscó el control social.
Una vez restablecido nuestro frágil sistema democrático, el periodismo debe apuntalar y ayudar a reforzar el mismo, dando pasos concretos para reconstruir la pluralidad informativa, ya sea permitiendo el acceso a todos los sectores comprometidos en ello, guardando respeto a la memoria de los muertos, velando por los heridos, sancionando a los responsables de la violencia. Pero principalmente velando por el irrestricto respeto de la libertad de expresión y la verdad informativa que son pilares de nuestra democracia.
Consejo Directivo 2020 – 2021