Por: Luis Tipacti

En estos momentos de crisis en general para todos, llámese de salud o de economía, es grato comprobar que existen personas que tienen solidaridad con sus semejantes y los apoyan de una u otra forma.

Y no necesariamente hay que salir de casa para ser solidario. Podemos aconsejar, llamar por teléfono, buscar un contacto, hacer una gestión y mil cosas más. Tenemos que pensar en la necesidad del semejante. Hoy todos necesitamos de todos, no somos más ni menos que nadie. Que eso nos quede bien claro.

Nos da alegría cuando vemos que instituciones del sector privado apoyan o ayudan a sus semejantes. O también ver a personas que dan un sol o un pan a quien en la calle muestra necesidad.

Sin embargo, cuesta creer que autoridades del gobierno, o autoridades municipales y gobiernos regionales, teniendo todo a su disposición, se hagan de la vista gorda para atender el requerimiento de los peruanos.

El expresidente del Consejo de ministros, Vicente Zevallos, debe estar compareciendo -en estos momentos- ante la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República,para responder el porqué demoró casi dos meses en autorizar la donación de 20 mil litros de oxígeno semanal que la compañía mexicana Southern Cooper hizo para los ciudadanos de Arequipa y Moquegua, a pesar que vivían una seria escasez.

Si se demuestra que ello ocurrió, que le caiga todo el peso de la ley, porque nadie puede aprovechar de su poder, para ir en contra de la vida de los peruanos.

Igual sucede en algunas municipalidades donde se ha dado el caso que despidieron (no renovaron contrato de trabajo), a personas que cogieron COVID-19 trabajando para sus respectivos municipios. Cuesta creer que sean tan inhumanos, que se aprovechan del cargo que sus vecinos les dieron, para cometer tamaña injusticia.

Además, en sus conciencias quedará grabada la muerte de algunos trabajadores que no fueron atendidos en su momento. Estos cargos son efímeros, pasajeros, cortos.

A los 3 o 4 años vuelven a su realidad, pero el cargo de conciencia dura toda la vida… Tenemos aún mucho camino por recorrer y no solo debemos cuidarnos, también podemos pensar en apoyar, aunque sea en lo más mínimo a nuestros semejantes, y así viviremos tranquilos.

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